sábado, 8 de octubre de 2016

Cuenta conmigo - Stand by me (Version colectiva)

domingo, 15 de marzo de 2009

PRIMERO NO,DESPUES...........

Es comun que cada historia tenga sus visiones según quien la relate, e incluso puede llegar a encontrarse distintas versiones de una misma historia, historia que a quedado contada bajo la subjetividad del relator. Pero hay historias que han estado ocultas, distorsionada y negadas a propósito por sus protagonistas, ocultas al público con fines no conocidos y esperando que nunca se sepa la verdad sobre ellas. Aqui se presenta un informe sobre las historias más controverciales y ocultas de la humanidad, historias de las que poco se sabe y poco se quiere que se sepa. Tal vez nada de lo que leas a continuación podrás corroborarlo, pero esto es, posiblemente, la verdadera historia oculta de los grandes personajes de la humanidad.
José de la Cruz Porfirio Díaz
1830-1915
Soldado y político mexicano, de ascendencia hispanoindia, nacido en Oaxaca y murió en París. A raíz de su encuentro con el dirigente liberal Benito Juárez, Porfirio Díaz abandonó la carrera eclesiástica por la de derecho (1845), que cursó en el Instituto de Artes y Ciencias de Oaxaca.
La invasión de México por Estados Unidos llevó a Porfirio Díaz al Ejército. Demostró ser un competente jefe militar y alcanzó el grado de brigadier general (1863) después de apoyar la afortunada revuelta de Álvarez contra Santa Anna (1854) y la Guerra de la Reforma de Juárez (1855-61). En la Guerra de Intervención derrotó a Márquez y provocó la rendición de la ciudad de México (1867), poniendo fin al imperio de Maximiliano.
Candidato a la presidencia por el Partido Progresista, Porfirio Díaz fue derrotado por Benito Juárez (1867). Dirigió una desafortunada revolución contra Lerdo de Tejada, sucesor de Juárez (1871), pero logró derrocarlo después de su reelección (1876).
LO CURIOSO EN ESTA HISTORIA, ES QUE, JOSE DE LA CRUZ PORFIRIO DIAZ MORI, UTILIZO SU ESLOGAN Y SU LEMA DE PRECANDIDATO, EN EL QUE SE OPONIA TAN FUERTEMENTE A LA REELECCION.
Una vez culminada la guerra de intervención francesa, Juárez, que se había amparado en el artículo 128 de la Constitución de 1857 para permanecer indefinidamente en el poder, convocó a elecciones presidenciales, que se efectuaron el domingo 25 de agosto de 1867. Los resultados finales fueron:
• Benito Juárez: 2.344 votos
• Porfirio Díaz: 785 votos.
Por lo tanto, el Congreso, a través del presidente de dicho órgano, Manuel Romero Rubio, declaró a Benito Juárez como ganador de las elecciones presidenciales y mandatario constitucional para el período comprendido entre el 1 de diciembre de 1867 y el 30 de noviembre de 1871. El bando oficial fue publicado en las calles de la Ciudad de México, el 23 de septiembre.
Porfirio Díaz se sintió derrotado y abatido por el triunfo de Juárez en las elecciones. Decidió retirarse a La Noria, donde el 2 de febrero de 1868 le fue anunciado el cese del Ejército de Oriente, que en julio del año anterior fue reducido a sólo 4.000 soldados. Al mismo tiempo, Juárez, por conducto de Matías Romero, Ministro de Gobernación, le ofreció encabezar la legación mexicana en Washington D.C., Estados Unidos de América. Díaz, sin embargo, rechazó la propuesta.

Siendo presidente provisional, Porfirio Díaz fue reelegido (1877) para el período que finalizaba en 1880. Aceptó la Constitución de 1857, que impedía su reelección, y aseguró la elección de González (1880), en cuyo gobierno fue ministro de Fomento. Elegido de nuevo presidente en 1884, consiguió por medio de enmiendas constitucionales mantenerse en el poder hasta 1910.
Durante su gobierno realizó múltiples mejoras en México, si bien lo hizo a costa de vejaciones. Suprimió el bandidaje, reorganizó la hacienda pública, fomentó la industria nacional, la construcción de carreteras, ferrocarriles y líneas telegráficas y la agricultura; creó un sistema de enseñanza pública, mantuvo relaciones amistosas con las potencias extranjeras, dio a la nación una nueva posición internacional y atrajo capital extranjero para desarrollar sus fuentes de riqueza.
México gozó de una era de prosperidad, pero pocos disfrutaron de ella. Díaz fue un dictador que supo emplear todos los medios a su alcance para mantenerse en el poder, pero el malestar aumentaba progresivamente entre sus súbditos. El capital extranjero contribuía a desarrollar el país, pero llevaba la parte del león en los beneficios; los privilegios que otorgaba el gobierno a los concesionarios extranjeros despertaron el resentimiento; las leyes sobre explotación de minas se modificaron en beneficio de propietarios particulares; se descuidó la enseñanza rural y los indios perdieron la mayor parte de sus tierras hasta el punto de que, en 1910, el 96,9% de las familias campesinas no eran propietarias.
La oposición aumentó en el pueblo hasta que la reelección de Díaz (1910) desembocó en la revolución dirigida por Francisco Madero, candidato presidencial derrotado. Porfirio Díaz dimitió (25 de mayo de 1911) y huyó a Europa, donde pasó el resto de su vida.